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Perdida entre falacias de contenido en una triste ternura, he de irme valiente soldado, he de irme a la bahía del sur sin más recelo a mi liberación.

Postrada en la imagen del ayer regreso a los celos del ignorante y creyente de la locura… no leeré mas y dejare que los demonios por fin crean que me han derrotado y con filosas navajas de desorden vendrás y mutilaran mis fuertes historias.

En el ambiente se encerraba ese humo de mentiras inocuas por el gran silencio de la avenida. Habrías de derramar un segundo tu gran ego o perdonaras linda imagen a la perturbación.

Culpable o no, te he de recordar… que el símbolo este presente no es motivo de celebración y menos de una larga regresión, era obvio destino solo necesitaba la tan vertiginosa voluntad de mis santos días.

historia de media noche en calles de terror armonioso como es que tal amenaza puede satisfacer a los enemigos, si cayo en mi silencio encuentro la solución a tal muerte de la soledad y el silencio en si es peor que la tormenta de las irrelevantes oscilaciones en el odio constituido por un falso y maldito amor del sol.

domingo, 1 de junio de 2008