Sin más que decir, quisiera ser vida de un solo rencor

Dios de mi venganza dame la ventaja de la muerte, deja que mi alma libere su furia ante la salvaje opresión de los animales terrenales aquellos que sin más solo satisfacen sus sucias ironías ante la imagen celestial y con blasfemias espirituales encierran a las hadas puras y rígidas por tal dolor en sus diminutos vientres de fruta razonable.

Duende.
Calida aventura, quiero vivir, gritar sin más desastre y perdonar por un segundo a mi afamado amante de perturbaciones.

Inconsciente destino de galaxias inimaginables.
Las palabras humanas no me dan más de lo que entiendo, ser divino toca por caridad a mí esencia y dame el camino de las rosas sin destello ficticio. Ahora tocaras mi cuerpo con decencia y fugaz lujuria de amaneceres tórridos, ahora seré la amante de la ilógica razón (mi esposo candente), vete sin más pretensión amor sin condición.

viernes, 9 de mayo de 2008