Oh derramada injusticia candente, condescendiente a la muerte vacía, a la muerte de pie.¡Seres malditos de tolerancia a la mascullada divinidad!, amante de delirio y pasión derrochada en la constelación de la maldad, eres sangre en el pasto en el blanco filo del amor.
Tu ser es sensual perdición y tus ojos locura constante, provocador de basura viril transformación a el débil del campo, eres fuerte debilidad y tu condena es el barco de la plebe en tu entierro, en tu destierro terrenal a donde iras ¿a quien le matare con delicadas quemaduras en la esencia?
Te veo, como he de verle a la repugnante alegría, sombría mañana de muestras humanas falsas todas por su consistencia en la mitomanía facial, veo empatia disfrazada mascara de relativa elegancia. Podrida belleza en los destructores de armonías la victoria la tendrá la sola compañía de la desgracia, el engaño. Suerte. Locura pasmada en el exterior, grave camino de rocas sin mas gritos, ¡el purgatorio!... ¿seré muerte, seré viuda, seré un ser detenido? no, no he de ser yo quien corona a la victoria de la blasfemia, antiguo perdón. Dios del desierto se mi amor en el verdadero encuentro.
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