La respiración me presiona las pupilas, la piel me hace gritar en la sangre, la boca me deja gusanos en el hígado, el dolor de sus almas alimentándose de mi ser es imperdonable, extaciante, magnifico, excitante, placenteramente mortal, ¡malditos! ¡Malditos! quisiera verles morir, su piel desvanecer colgando de los músculos revelados y la sagrada idiotez de esos creyentes en la deidad, no sean mediocres, el ego de los conformistas efímeros hacen hincapié en el escepticismo. ¡Ah!
¡Bah! de que me sirve toda la insistencia, vagas agonías mentales, entelequias postradas ante la lógica, de que me han servido ignotos “endemoniados” por la magnifica trifulca de la mente, de que me ha servido la muerte en horas si he despertado día con día deseando seres no vividos y corazones de hielo, no existe (que tristeza) no han vivido aún, eran mitos de mis horribles humanos. ¡Oh malditos!
Cuanto les amo.
Ira
Publicado por Emelina en 14:35
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3 Comments:
Hundidos amando a los malditos, empapados flores, humedeciendo los labios en el aceite, y apartando la carne con los dedos.
Saludos.
Ahora me siento con ira. ARGGGGGGGG!!! Ira me dice y porqué la tristeza? T-T
diente contra diente hasta morir, la carne del hueso voy a separar (la trampa dixit)
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